Capítulo 12
El día del encuentro llega, y como en la primera ronda, ambos equipos son colocados uno frente al otro para la presentación oficial. Trato de mantener una postura firme y profesional, pero mi atención se desvía sutilmente cuando mi mirada recae sobre las chicas de Blue Division.
El uniforme… era demasiado revelador.
Por más que intentara concentrarme en los tanques enemigos, mis ojos traicionaban mi determinación, desviándose de vez en cuando a los pechos de las tripulantes rivales. Un error que no pasó desapercibido.
Codazo.
Freya: Mantén la compostura, comandante, —susurró con tono enfadado, sin dejar de mirar al frente.
A mi lado, Astrid reprimía una carcajada, pero su sonrisa burlona hablaba por sí sola.
Astrid: ¿Te gusta lo que ves, Erik? —bromeó en voz baja, apenas conteniendo su diversión.
Erik: Agh, jódete -Llevándome una mano al rostro.
Gudrun, en cambio, no se inmutó en lo más mínimo. Ajustó sus gafas y centró su atención en los tanques de Blue Division, analizando su composición con total seriedad.
Las chicas de Blue Division, por su parte, pronto notaron mis miradas furtivas y decidieron divertirse un poco a su costa. Sonrisas juguetonas, miradas sugestivas y uno que otro guiño provocador fueron sus armas en ese momento.
Viviana: No seas tímido, comandante de Carolus Rex, —dijo una de ellas con una sonrisa maliciosa.
Elle: Esperemos que en la batalla también nos mires con tanta atención, —añadió con un tono coqueto.
Tristana: O podríamos darte una vista aún mejor si nos ganas, —remató mordiendo ligeramente su labio inferior.
Por un segundo, sentí que el aire a mi alrededor se cargaba de electricidad. Pero, en lugar de apartar la mirada o intentar desviar el tema, una sonrisa confiada se dibujó en mi rostro.
Erik: Tomaré tu oferta con mucho gusto -Levanto mi pulgar en señal de aprobación.
Las chicas de Blue Division rieron con coquetería. Algunas incluso se lanzaron miradas entre sí, como si la respuesta de Erik hubiera elevado el nivel del juego.
Bueno, si el daño está hecho de todos modos, miraré donde yo quiera.
Mientras tanto, en las gradas, la situación desató reacciones variadas:
Maho mantenía su expresión fría e imperturbable, pero su ceño fruncido hablaba por sí solo.
Maho: Ese idiota… —murmuró para sí, cruzando los brazos con firmeza.
Katyusha, por su parte, no intentó ocultar su molestia. Su rostro se puso rojo de celos y, con un bufido indignado, exclamó:
Katyusha: ¡¿Qué está mirando ese estúpido Erik?! ¡Voy a hacer que deje de mirar!
Nonna y Klara intercambiaron una mirada y suspiraron, como si ya hubieran anticipado esta reacción.
Darjeeling, normalmente estoica y elegante, arqueó una ceja ante la escena. No todos los días veía una presentación de combate convertirse en un espectáculo de coqueteo. Tomó un sorbo de su té y, con una pequeña sonrisa, comentó para sí misma:
Darjeeling: Vaya, esto es inesperado... pero entretenido.
Mika, desde la distancia, observó todo con su eterna tranquilidad. No dijo nada, pero en su interior no pudo evitar reírse de la situación.
Miho, en cambio, experimentó una sensación extraña. No estaba del todo segura de qué era, pero ver a Erik interactuar con esas chicas le produjo un pequeño malestar en el pecho.
En el equipo de Carolus Rex, las reacciones también variaban:
Freya me miró de reojo con una ceja levantada y una sonrisa astuta.
Freya: Con que así es, ¿eh? —murmuró.
Astrid, aún riendo, palmeó a Erik en la espalda.
Astrid: ¡Ja! ¡Me agrada esa confianza! Pero más te vale que puedas respaldarla en el campo de batalla, comandante.
Erik: Pero claro.
Gudrun solo soltó un suspiro, sin apartar la vista de los tanques de Blue Division.
Gudrun: Concéntrate en el combate, Erik. Ya tendrás tiempo de coquetear después.
Las risas en las gradas y los comentarios burlones de otras academias dejaron en claro que esta “presentación” había sido más llamativa de lo esperado.
Pero ahora, la batalla estaba por comenzar.
Sin perder la compostura, me adelanto unos pasos y me acercó a las chicas de Blue Division. Extendo mi mano con confianza y, para sorpresa de todas, habló en un español fluido, aunque con un acento distinto al de ellas:
Erik: Espero que tengamos un buen enfrentamiento y les deseo suerte.
Por un instante, el grupo de chicas quedó en silencio. No porque no hubieran entendido, sino porque no se lo esperaban en absoluto.
Varias se miraron entre sí con sorpresa. Una de ellas, Tristana, fue la primera en reaccionar.
Tristana: ¿Pero qué tenemos aquí? ¡Hablas español! —exclamó con una mezcla de asombro y emoción.
Viridiana sonrió con malicia y cruzó los brazos.
Viridiana: ¿Nos estabas escuchando todo este tiempo sin decir nada? ¡Qué pillo!
Elle, con una expresión desafiante, estrechó mi mano con fuerza, sin dejar de analizarlo con la mirada.
Elle: Vaya, vaya… Un hombre con cultura. Me gusta.
El resto de las chicas de Blue Division empezó a hablar entre ellas en español, algunas con una actitud más juguetona, otras probando si Erik realmente entendía lo que decían.
Tristana: ¿Y si lo ponemos a prueba? —susurró con una sonrisa cómplice.
Elle: Seguro que no entiende las expresiones españolas de verdad.
Viridiana: ¿Y si lo hacemos sonrojar?
Sin perder la oportunidad, una de ellas se inclinó un poco más de lo necesario mientras ajustaba su uniforme.
Viridiana: Dime, guapo… ¿te gusta nuestro uniforme? —preguntó con voz dulce y traviesa.
yo, sin dejarse intimidar, mantuvo su expresión confiada y respondo con calma:
Erik: Lo mejor de lo mejor, buen diseño, paleta de colores y sobre todo resalta mucho, me encanta we
Las chicas rieron, encantadas con la actitud del comandante de Carolus Rex.
Tristana: Mexicano?!
Viridiana: Cuidado, que a lo mejor nos roba el corazón antes de que acabe la batalla.
Elle: Bueno, siempre podemos vengarnos en el campo de batalla… o después.
Mientras las chicas de Blue Division se divertían con la situación, pude notar algunas miradas desde las gradas.
Maho seguía con su semblante serio, pero ahora su mirada era un poco más fría.
Katyusha, por su parte, infló las mejillas y cruzó los brazos.
Katyusha: ¡Ya basta! ¡Ese Erik estúpido está demasiado relajado con ellas!
Darjeeling tomó otro sorbo de su té y sonrió.
Darjeeling: esto se pone interesante.
Y pareciera como si usara su te como el meme de comer palomitas mientras ve algo interesante.
Mika, aún serena, ocultó su risa tras una mano.
Miho miraba la escena con un leve fruncimiento de ceño. Esa sensación extraña en su pecho se hacía más notoria.
En Carolus Rex, Freya me observó con una ceja levantada.
Freya: No sabía que hablaba español…
Astrid me dio un golpe amistoso en la espalda.
Astrid: ¡Tienes que enseñarme a decir algo cool en español después!.
Erik: No, aprende por tu cuenta.
Astrid: Oh - :(
Gudrun simplemente ajustó sus gafas.
Gudrun: Mientras no hable más de la cuenta y se concentre en el combate, me da igual.
La atmósfera entre los equipos era ligera y llena de tensión juguetona… pero en cuanto el silbato sonara, la diversión quedaría de lado.
Al menos logré aliviar la tensión entre nosotros y estrechar lazos con otra escuela.
El combate estaba a punto de comenzar.
Entonces nos vamos a nuestros tanques y nos posicionamos en los puntos designados, el mapa o ubicación esta vez es uno urbano, así que tengo algo de ventaja, pero como tal no sé qué tácticas usarían ya que no hay mucha información de ello en la wiki, así que toca adaptarse a lo que nos pongan enfrente.
Panzer vor!! -Exclama la presentadora
Todos al escuchar el grito de la presentadora, nos movemos a nuestras posiciones, pero esta vez debido al mapa urbano, tomamos otras rutas.
A los BT-42 les ordeno ir a las orillas del mapa para que reporten a los tanques entrantes y de paso los sigan.
Los strv m/38 se dispersan junto con sus respectivas líderes.
Gudrun: Comandante, he visto las filas del enemigo, son en su mayoría tanques alemanes y alguno que otro soviético.
Erik: Entendido, síguelas con discreción, que no te detecten y asegurate de reportar periódicamente la ubicación del enemigo a Astrid y Freya.
Gudrun: Entendido.
Haber actuado de esa manera antes ayudó a que se relajaran y para bajar la guardia del enemigo.
Le indico con los pies a Ingrid que avance hacia un callejón ancho, dando la misma instrucción al resto de tanques medianos, mientras que los ligeros podrán ir a sus anchas exceptuando los BT-42 que tengo planeado usar para otra cosa.
Hago que los strv m/38 vayan a hostigar y atraer a los tanques de blue division hacia los callejones, algunos de ellos se atoran o se quedan parados un rato en lo que tratan de girar el tanque, y en ese transcurso, los sav m/44 les disparan a los costados, dejándolos inoperativos y las banderitas blancas comienzan a izarse sobre ellas.
Algunos de nuestros strv m/38 que no alcanzaron a escapar, terminaron inoperativos al igual que los sav m/44
Carmen: Que raro, sólo estoy viendo tanques ligeros o destructores de tanques
Pero ya era tarde cuando se dieron cuenta de la ubicación en la que estaban
El hostigamiento constante de los Strv m/38 había alterado su formación y minado su paciencia. Una y otra vez, los pequeños tanques suecos los molestaban, disparaban y se escabullían entre las calles estrechas antes de que pudieran reaccionar.
Blue Division no lo soportó. Algunas de sus comandantes ordenaron la persecución inmediata, sin notar que estaban siendo arrastradas hacia una emboscada.
Cuando los primeros tanques alemanes y soviéticos del equipo enemigo intentaron maniobrar en los angostos callejones, se encontraron con un problema: su tamaño y peso les impedía girar con rapidez.
—¡Mierda, no puedo moverme!
—¡Retrocede, retrocede!
—¡Nos están bloqueando!
Para cuando se dieron cuenta, ya era demasiado tarde.
Los Sav m/43 de Carolus Rex, bien posicionados en los flancos, abrieron fuego a los costados de los tanques enemigos. Con el blindaje lateral mucho más delgado, los disparos de los destructores de tanques suecos hicieron estragos.
Las banderas blancas comenzaron a izarse sobre los vehículos inoperativos.
Pero el enemigo no se quedó de brazos cruzados.
Algunas tripulaciones de Blue Division reaccionaron con rapidez y devolvieron el fuego, logrando impactar a varios Sav m/43, dejándolos fuera de combate.
Otros Strv m/38, que no pudieron escapar a tiempo después del hostigamiento, también fueron abatidos.
Gudrun: Comandante, tanques enemigos vienen desde el este.
Erik: Me lo suponía -murmuro- Que los tanques ligeros se vayan y atraigan al resto.
Entro a la escotilla y doy ligeras patadas a Ingrid indicando que avance.
Erik: Que el resto nos siga, adoptaremos una táctica algo molesta.
Blue division por su parte, ya había sido notificada de que todos los tanques que entraron a la ciudad han sido inmovilizados.
El plan era que tantearan un poco la vanguardia enemiga, pero al final fueron rodeadas sin que se dieran cuenta en lo absoluto y ahora están sin datos de en dónde estaba el enemigo.
Fiiuuuu BOOM
Y de repente algunos proyectiles comienzan a azotar el suelo en el que se encontraban, era la misma táctica que usó contra viking fisheries, pero cómo es que supieron la ubicación exacta como para poder disparar así?
Elle vió a los alrededores y notó ciertas discrepancias con los árboles de un parque cercano, y es que habían cañones de T-34-85 mientras que el chasis y la torreta estaban ocultos con hierba y arbustos.
Elle: A LA IZQUIERDA, LA IZQUIERDA!!!
y cuando las torretas de blue division comenzaban a girar, un disparo les llegó de otro lado, como esperando que giraran para poder disparar.
BAM!!
Centurion y T-34-85 dispararon a la vez para acabar con los tanques restantes de blue division.
El tanque de Elle fue abatido y la bandera blanca se alza sobre la torreta del mismo
La bandera blanca ondeando sobre la torreta del tanque de Elle fue la señal definitiva: Blue Division había sido eliminada. Desde las gradas, las reacciones no tardaron en llegar.
Darjeeling: Vaya… Eso fue más rápido de lo que esperaba —Sosteniendo su taza de té con elegancia—. Parece que Carolus Rex es mucho más astuto de lo que la mayoría suponía.
Katyusha: ¡Ja! ¡Eso es lo que pasa cuando te metes en una emboscada bien ejecutada! —rió cruzándose de brazos con aire de superioridad—. Aunque hay que admitir que la táctica de ocultar los cañones fue bastante astuta…
Maho: Si Carolus Rex no hubiera detectado a tiempo la amenaza, el resultado podría haber sido diferente.
Kay: ¿Qué pensaste de eso, Erika? —preguntó con una sonrisa, notando que la vicecomandante de Kuromorimine seguía observando la pantalla con el ceño fruncido.
Erika: Tch… No estuvo mal, pero tampoco fue perfecto —respondió con los brazos cruzados—. Se arriesgó demasiado al confiar en que su equipo seguiría sus órdenes sin fallos.
Mika: ¿Pero acaso no es eso lo que hace un buen comandante? —preguntó Mika con su tono despreocupado, apoyando su mejilla en una mano—. Parece que confía en sus compañeras, y ellas confían en él.
Kay asintió con una sonrisa.
Kay: Eso es lo que hace que un equipo sea fuerte.
Mientras tanto, en el campo de batalla, Elle descendió de su tanque con un suspiro de resignación. Observó el humo que se elevaba de los vehículos inmovilizados de su equipo y apretó los puños.
Elle: Nos cazaron como si fuéramos presas… —murmuró para sí misma.
El Centurion de Erik se acerca a Elle y Erik se baja del centurion y estrecha la mano de Elle.
Erik: Fue una buena pelea.
Elle observó la mano extendida de Erik con una mezcla de frustración y respeto. Apretó los dientes, pero finalmente suspiró y aceptó el apretón de manos.
Elle: Supongo que sí… —dijo con una sonrisa cansada—. Pero la próxima vez, no será tan fácil.
Erik: Eso espero —respondí con una leve sonrisa—. Las victorias fáciles no son tan satisfactorias.
Elle soltó una breve risa y negó con la cabeza.
Elle: Vaya manera de verlo… Pero tienes razón. Asegúrate de seguir ganando, así cuando nos volvamos a encontrar, tendré la oportunidad de devolverte el favor.
Erik: Lo tendré en cuenta —Respondí
Entonces, con una sonrisa, le expreso a Elle acerca del acuerdo antes del enfrentamiento.
Erik: Antes de enfrentarnos, me habías prometido algo -Hablando en español
Elle parpadeó, sorprendida por el cambio repentino de idioma y el tono confiado de Erik. Su mente tardó un segundo en recordar lo que habían dicho antes de la batalla, y en cuanto lo hizo, un leve rubor apareció en sus mejillas.
Elle: ¿De verdad vas a hacerme recordarlo ahora? —preguntó, cruzándose de brazos con una media sonrisa.
Erik: Un trato es un trato —respondí, manteniendo mi expresión confiada—. Y tú sabes que yo siempre cobro lo que me deben.
Las chicas de Blue Division que aún estaban dentro de sus tanques o asomadas por las escotillas intercambiaron miradas entre sí. Viviana fue la primera en reaccionar, apoyando un codo sobre el borde de su T-34 y sonriendo con picardía.
Viridiana: Uf, lo dice en serio~. ¿Qué hacemos, chicas?
Tristana: No podemos echarnos atrás, ¿verdad? —Tristana jugueteó con un mechón de su cabello, mirándome con un brillo travieso en los ojos—. Prometimos una “vista mejor” si nos ganaba…
Elle suspiró, llevándose una mano a la cadera, pero no podía evitar la media sonrisa en su rostro.
Elle: No sé si eres valiente o simplemente descarado, Erik.
Erik: Un poco de ambas —respondí con una ligera inclinación de cabeza.
Hubo un momento de silencio antes de que las chicas de Blue Division se miraran unas a otras y asintieran. Luego, casi sincronizadamente, comenzaron a desabrochar los primeros botones de sus uniformes, revelando más de sus clavículas y dejando entrever un poco más de piel de lo que normalmente mostrarían.
Viridiana tiró levemente de su chaqueta hacia los lados, dejando sus hombros al descubierto.
Viridiana: ¿Qué tal esto, comandante? —preguntó en un tono seductor.
Tristana, sin quedarse atrás, se inclinó ligeramente sobre la escotilla de su tanque, apoyando sus brazos para acentuar su figura.
Tristana: Espero que lo estés disfrutando~.
Incluso Elle, aunque con un leve suspiro resignado, llevó sus manos a su propio uniforme, soltando un par de botones con un gesto lento y deliberado.
Elle: No te acostumbres —dijo, mirándome con una mezcla de diversión y advertencia—. Pero… un trato es un trato.
Mi tripulación, que estaba observando todo desde nuestros tanques, tenía reacciones variadas.
Astrid soltó un silbido.
Astrid: Vaya, comandante, no pierdes el tiempo.
Gudrun ajustó sus gafas, tratando de ocultar su expresión de leve incomodidad.
Gudrun: Esto se siente como una escena de una película porno barata…
¡¿Y tú como por qué sabes eso?!
Freya, por su parte, simplemente rió y se cruzó de brazos.
Freya: Oye, Erik, ¿estás seguro de que no quieres cambiar de academia? Parece que te tratan muy bien aquí -Con una sonrisa, aunque sus ojos no lo hacían.
Yo simplemente disfruté el momento, manteniendo mi expresión tranquila y analizando cada reacción.
Si vi que Freya estaba enojada, pero que va, yo haré lo que quiera.
Erik: Un espectáculo digno de una victoria —dije con una sonrisa satisfecha.
Las chicas de Blue Division rieron entre sí, algunas con evidente diversión y otras con un poco de vergüenza.
Elle: Bueno, comandante —dijo cruzando los brazos de nuevo—, ya te dimos lo prometido. Ahora veamos si puedes seguir ganando y cobrando más recompensas.
Erik: Ese es el plan —respondí antes de volver a subir a mi tanque.
Con el espectáculo terminado, Carolus Rex avanzó hacia la siguiente fase del torneo. Pero sin duda, esta victoria dejó una impresión duradera en más de una persona.
Las pantallas en la sala de observación mostraban claramente el espectáculo que se desarrollaba en el campo de batalla. Las distintas comandantes, que hasta ese momento estaban analizando el desempeño táctico de Erik y Blue Division, ahora tenían expresiones que iban desde la incredulidad hasta el interés.
Maho Nishizumi, con los brazos cruzados, frunció levemente el ceño.
Maho: Erik… es un sinvergüenza —dijo con tono neutro, aunque sus ojos reflejaban una mezcla de molestia y curiosidad.
A su lado, Miho estaba completamente roja, cubriéndose la boca con ambas manos.
Miho: E-eso es… ¿eso es algo que se puede hacer en Sensha-dō? —preguntó con una voz temblorosa.
Darjeeling: No si sigues las reglas estrictamente, pero parece que Carolus Rex tiene su propio estilo —respondió mientras seguía tomando tranquilamente su taza de té. Aunque su expresión se mantenía serena, una pequeña sonrisa juguetona apareció en sus labios.
Mika, como siempre, parecía relajada y divertida con la situación.
Mika: Ah, así que las apuestas también pueden ser parte de la estrategia. Qué interesante~.
Kay, en cambio, soltó una carcajada y le dio una palmada en la espalda a Kinuyo Nishi, quien estaba tan roja como Miho.
Kay: ¡Vaya, este chico sí que sabe cómo disfrutar una victoria! Me gusta su estilo.
Kinuyo se cubrió el rostro con las manos.
Kinuyo: ¡No puedo creer que hayan hecho eso en medio de un torneo! ¡Qué falta de disciplina!
Anchovy, quien había estado observando con la boca entreabierta, de repente chasqueó los dedos.
Anchovy: ¡Oye, esa es una buena idea! Si nos enfrentamos a Carolus Rex, podríamos hacer lo mismo para motivarlos a darlo todo.
Katyusha, que hasta ahora había estado en silencio con los brazos cruzados y una expresión de incredulidad, levantó una ceja y miró a Anchovy con una mezcla de molestia y consideración.
Katyusha: Tch, suena ridículo… pero si funciona para distraer a Erik, podríamos aprovecharlo.
Nonna: Katyusha, No creo que funcione si es usted quien lo hace.
Darjeeling: O mejor aún, hacer que se esfuercen más para ganarnos —agregó con una mirada astuta—. No hay nada más efectivo que una recompensa tentadora.
Maho suspiró pesadamente, cerrando los ojos un momento antes de mirar la pantalla nuevamente.
Maho: …Ese idiota está acumulando problemas.
Miho solo pudo asentir en silencio, sin saber cómo reaccionar ante la situación.
De fondo, una katyusha enfadad le estaba gritando a Nonna, pero Klara y Nonna solo mantienen una sonrisa burlona.
Mientras tanto, en el campo de batalla, Erik se acomodó en su tanque, sintiendo de alguna manera que la discusión en la sala de observación podía afectarlo en el futuro. Pero por ahora, solo sonrió. Una victoria era una victoria, después de todo.