viernes, 14 de marzo de 2025

GUP: Carolus rex, el imperio de acero C5

Tras recibir la noticia de mi madre sobre los combates amistosos, no perdí tiempo en contactar a las comandantes de las academias cercanas. Pravda, Jatkosota y St. Gloriana... nombres que en mi mundo anterior solo eran personajes de ficción, pero ahora eran figuras con las que debía negociar y eventualmente enfrentar en el campo de batalla.

Envié un mensaje a las comandantes haciendo un grupo con ellas y algunas de sus subordinadas más allegadas.

Erik: Buenas, les escribo para solicitar reunirnos y ponernos de acuerdo en cuestión de los enfrentamientos amistosos y quizás conocernos un poco más.

Katyusha: Heh, así que quieres conocer a la gran Katyusha, Supongo que podemos hacerte ese favor. Nonna, encárgate de los detalles.

Nonna: Sí, Katyusha-sama!!

Mika: Mensaje recibido... suena interesante. El destino cruza caminos de formas inesperadas. Dónde y cuándo?

Darjeeling: Muy caballeroso de tu parte, Señor Lindsworm. Siempre es un placer compartir una taza de té con nuevos amigos. Asumo que la cortesía dicta que el anfitrión elija el lugar.

Erik: Claro, qué les parece si vienen a nuestro buque-academia? ya que sería considerado un punto medio que quede más cerca de todas.

Mika: Un lugar neutral... la corriente del destino nos lleva a aguas desconocidas. Está decidido.

Katyusha: ¡Perfecto! La gran Katyusha acepta tu invitación. Espero que tengas algo digno para recibirnos... ¡y con chocolate caliente para mí!

Darjeeling: Una decisión justa. Espero que su hospitalidad sea tan refinada como su propuesta.

Cada una tenía su propio encanto... Mika con su aire enigmático, Darjeeling con esa elegancia que parecía sacada de otro siglo, Katyusha... bueno, era como una niña consentida, pero algo en ella me resultaba... lindo.

Ya me gustaban desde que había visto la serie, pero conversar con ellas y dentro de poco verlas en persona era algo que me entusiasmaba

Pongo la fecha y hora para reunirnos, pasa el tiempo y ellas llegan por distintos medios de transporte ya que claro, si movieran los buques-academia sería un gasto gigante el solo moverlos aquí, creo yo sale más rentable así.

La primera en llegar fue Darjeeling, con su porte refinado y esa sonrisa serena que parecía esconder todos los secretos del Imperio Británico. Su cabello dorado se mecía con la brisa marina, perfectamente peinado como si el viento no se atreviera a desordenarlo. A su lado, Assam caminaba con una elegancia silenciosa, mientras que Rosehip... bueno, Rosehip parecía más interesada en explorar el lugar a toda velocidad que en la reunión.

Darjeeling tenía una belleza clásica, de esas que solo ves en las películas antiguas... pero no podía evitar fijarme en la figura discreta de Assam, con esos labios finos y ojos tranquilos que parecían observarlo todo con calma. Por otro lado, Rosehip... no es que me desagraden las chicas hiperactivas, pero su energía agotaría a cualquiera.

Luego llegaron Katyusha y su escolta. Era increíble cómo alguien tan pequeña podía irradiar tanta presencia... aunque claro, con Nonna a su lado como su sombra silenciosa, cualquiera podría sentirse segura. Klara las seguía de cerca, con esa expresión indescifrable que parecía de porcelana... pero lo que realmente me llamaba la atención eran sus curvas ocultas bajo el uniforme.

Mis ojos se desviaron, como por instinto, hacia Nonna. Su cabello oscuro y suelto y esos ojos fríos como el invierno ruso.

Maldita sea, debía dejar de mirarla. Pero había algo en ella que simplemente no podía ignorar.

Mika fue la última en llegar, con su kantele en la espalda y esa sonrisa perezosa como si todo el asunto fuera solo una casualidad cósmica. Tras ella, Aki y Mikko la seguían con paso relajado, aunque sus miradas se desviaban a cada rincón como si estuvieran evaluando si podrían tocar algo o simplemente sentarse y relajarse

Mika tenía ese tipo de belleza que solo te dabas cuenta después de mirarla por mucho tiempo... salvaje, natural, como si estuviera fuera de este mundo. Su mirada de media luna parecía leer lo que pensaba... y esa sonrisa sugería que probablemente lo sabía.

Me costaba admitirlo, pero... eran todas muy atractivas a su manera.

No puedo creer que vea con mis propios ojos a las comandantes del anime que más me gustaba en mi mundo anterior, una cosa es verlas a traves de una pantalla como dibujitos y otra es verlas como personas reales, es algo fascinante.

Las guío hacia mi mansión y hago que pasen.

Erik: Bien, pasemos al lugar de runión, hay té y galletas para todas y no me olvidé del chocolate caliente que solicitó Katyusha.

La pequeña comandante alza la cabeza con orgullo, como si el chocolate caliente fuera una ofrenda digna de su grandeza.

Katyusha: ¡Hmph! Era lo mínimo que podías hacer, Lindsworm. No esperaba menos de ti.

Pero a pesar de su tono altanero, sus ojos brillaban con satisfacción. Se cruzaba de brazos, aunque se podía notar que tenía ganas de ir por su taza lo antes posible.

Nonna no dice nada, pero esboza una leve sonrisa casi imperceptible al ver la reacción de Katyusha. Se limita a asentir con la cabeza, manteniendo esa presencia elegante y distante

Darjeeling da una suave sonrisa con los ojos entrecerrados, como si lo hubiera esperado desde el principio.

Darjeeling: Qué caballeroso, señor Lindsworm... aunque el té inglés es más que suficiente para calentar nuestros corazones.

Assam hace una pequeña reverencia con la cabeza, como agradecimiento silencioso, pero no dice nada. Ella es del tipo que prefiere observar antes que hablar.

Rosehip: ¡Oh! ¡Espero que haya galletas de jengibre! ¡Me encantan!

No espera a que termine de guiarlas y se adelanta a toda velocidad como un torbellino directo hacia la mesa.

Mika Se detiene un momento, como si procesara sus palabras a su propio ritmo. Luego sonríe de lado con esa expresión despreocupada que la caracterizaba.

Mika: Qué considerado... pero ¿hay miel para el té?

Erik: Claro, tenemos miel, azucar o cualquier cosa que quieran agregar a su té o chocolate.

Aki y Mikko se miran entre ellas, sonriendo con cierta picardía, como si no esperaran menos de un chico que estaba rodeado por tantas chicas atractivas.

Aki: Oye, parece que te esmeras mucho en complacer a las damas, comandante.

Mikko: Espero que no te hayas olvidado de algo para nosotras también.

Luego de esa introducción, voy directo al grano.

Erik: Bueno, el por qué estamos reunidos aquí ya fue mencionado en el grupo, es para que podamos tener un encuentro amistoso con nuestros tanques, entonces, qué les parece si partimos por equipos?

Darjeeling: Una propuesta razonable, dividirnos por equipos permitirá que todas nuestras escuelas puedan compartir conocimientos de manera más... íntima.

Su sonrisa elegante hace que la palabra íntima tenga un doble sentido sutil, aunque bueno, al final no supe en realidad a qué se refería.

Katyusha: ¡Obviamente Pravda debería ir con Carolus Rex! Así podremos demostrar nuestra superioridad... aunque claro, supongo que también podríamos ayudarles a mejorar un poco.

Habla con su tono altanero habitual, pero la ligera sonrisa traviesa que se esboza en sus labios la delata.

Mika: Hmm... ¿entonces Jatkosota con St. Gloriana? Suena como una combinación interesante... aunque espero que no esperen que sigamos todas sus reglas al pie de la letra.

Su tono despreocupado y la forma en que toca su Kantele (que mágicamente sacó de quién sabe dónde) hacen que sea difícil decir si lo dice en serio o solo por molestar.

Darjeeling: Oh, no me preocuparía por eso... después de todo, la disciplina y la improvisación pueden complementarse perfectamente... siempre y cuando haya una taza de buen té para acompañar.

Esto va mejor de lo que esperaba... aunque la idea de tener a Pravda a mi lado puede ser peligrosa para mi concentración... En especial porque nuestras doctrinas son muy distintas, ya que mientras ellas se concentran en avanzar con grandes números y sin retroceder, mi doctrina se concentra en emboscadas, fuego a largo alcance y camuflaje.

Aunque pensándolo bien, ya tengo una idea de cómo proceder con Pravda como compañeras

Katyusha: ¡Está decidido! Carolus Rex con Pravda, y St. Gloriana con Jatkosota. ¡Vamos a aplastarlos!

Mika: Con calma, pequeña comandante... aún ni hemos comenzado.

Darjeeling: Entonces, si todos estamos de acuerdo, podemos proceder... después de tomar el té, por supuesto.

El ambiente se relaja con la decisión tomada, mientras Erik intenta ignorar las miradas que algunas de las chicas le lanzan de vez en cuando.

Erik: Está decidido entonces, Pravda y Carolus rex contra Jatkosota y St. Gloriana

Aunque mi doctrina se centre en emboscadas, camuflaje y tiros de largo alcance, puedo usar a favor el hecho de que los tanques de pravda son bastante duros, aparte de que tienen mas o menos 3 tanques pesados como los son los IS-2 y el KV-2 y según tengo entendido tienen también algunos KV-1 podrían servir como vanguardia y un grueso muro mientras que el resto como los T-34, T-70, BT-5 y el ISU-152 serán la retaguardia, pero el problema sería la doctrina soviética de “ni un paso atrás”, así que nosotros tendríamos que adelantarnos y ocultarnos, aprovechando que nuestros tanques son rápidos.

El problema es que Jatkosota tiene una doctrina parecida a nosotros de usar tanques ligeros, en especial usar el BT-42 como cebo para luego dar una emboscada.

La doctrina británica trata de paciencia y atrincheramiento, eso desarmaría nuestras doctrinas, así que tendría que pensar en cómo adaptarla a esta situación.

Darjeeling: Veo que se toma muy en serio este encuentro aunque sea no oficial -mientras sorbe té-

Mi pensamiento se rompe ante el comentario de Darjeeling y volteo a verla

Erik: Lo siento, me distraje

Toso un poco para limpiar mi garganta procedo a finalizar la reunión formal y proceder a un convivio ligero.

Erik: Bueno, como ya está decidido el cómo será el encuentro, ¿qué les parece si nos relajamos un poco y convivimos para conocernos mejor?

Darjeeling: Una propuesta adecuada... Después de todo, un espíritu relajado es la clave para una estrategia exitosa.

Mika: Hmm... eso suena como una corriente tranquila antes de la tormenta... me gusta.

Katyusha: ¡Heh! Relajarse también es parte del arte de la guerra, ¿no? Pero solo si hay más chocolate caliente.

Erik: Por supuesto, pediré que preparen más para ti... y para quien quiera repetir.

Nonna: Gracias... sería agradable.

Aquella simple palabra de Nonna me hizo mirarla de reojo. Su voz suave y educada tenía ese tono bajo que te hacía prestar atención sin darte cuenta. Su semblante sereno contrastaba con el aura dominante de Katyusha, pero su presencia era... magnética.

Klara, con esa expresión de muñeca de porcelana, se acercó al gramófono que había en la sala y comenzó a revisar los discos.

Klara: ¿Quizás algo de música para ambientar?

Darjeeling: Una elección acertada... aunque sería más apropiado un vals o algo clásico.

Mika: No estaría mal... pero si hay algo de folk, podríamos convertir esta reunión en una verdadera velada nórdica.

Rosehip: ¡Oh, oh! ¿Y si jugamos algo? Una reunión sin juegos es como un tanque sin gasolina.

Aki: Estoy de acuerdo... aunque si se trata de juegos, tal vez el comandante quiera sugerir algo.

Todas las miradas se volvieron hacia mí, algunas con más interés que otras. La propuesta de Rosehip había encendido una chispa en el ambiente... algo que no esperaba, pero que podría ser la oportunidad perfecta para romper el hielo.

Erik: Hmm... si se trata de juegos, podríamos hacer algo que no requiera mucho esfuerzo... ¿qué les parece un juego de preguntas? Algo sencillo, para conocernos mejor.

Assam: Interesante... mientras no sea algo demasiado indiscreto.

Rosehip: ¡Oh, oh! ¿Verdad o reto?

Darjeeling: Por supuesto que no.

Erik: No, nada tan atrevido. Solo preguntas simples, cada quien responde algo sobre sí misma... quien no quiera contestar, puede pedir una bebida como penitencia.

Mika: Una rueda de confesiones bajo la brisa marina... el destino realmente nos está guiando.

La propuesta fue aceptada con algunas risas suaves y sonrisas cómplices. Serví más té y chocolate caliente mientras todas se acomodaban en la sala. La luz cálida de las lámparas y la música suave de fondo creaban un ambiente acogedor... casi familiar.

El juego comenzó con preguntas triviales: colores favoritos, comida preferida, películas que les gustaban... pero poco a poco, las preguntas se hicieron más personales.

Rosehip: ¡Siguiente pregunta! ¿Quién aquí ha tenido un primer amor?

El ambiente se tensó ligeramente, aunque algunas sonrisas tímidas aparecieron.

Katyusha: ¡Pff! Eso es para niños. La gran Katyusha no tiene tiempo para esas tonterías.

Nonna: ...

Klara: ...

Mi mirada se desvió hacia Nonna por pura curiosidad... pero ella permanecía imperturbable, con los ojos fijos en su taza.

Mika: El primer amor... algo efímero como la nieve que cae sobre un lago helado... aunque algunos dejan cicatrices.

Darjeeling: Qué poético, Mika... aunque a veces los amores tardíos son los más dulces.

Nonna: ...

Fue apenas un susurro, pero sus ojos se encontraron con los míos por un instante antes de volver a su taza.

Nonna: ...Estoy de acuerdo.

No supe si fue mi imaginación, pero su voz sonó casi... nostálgica.

Katyusha: ¡Bah! Si Nonna lo dice, debe ser cierto.

Mi corazón latió un poco más rápido sin razón aparente. Aparté la mirada antes de que alguien lo notara.

Aki: Vale, siguiente pregunta... ¿Qué tipo de persona les gusta?

Eso encendió algunas chispas.

Rosehip: ¡Alguien con energía, por supuesto! ¡Que pueda seguirme el ritmo!

Assam: Alguien calmado... que no hable demasiado.

Darjeeling: La caballerosidad siempre es una virtud.

Mika: Mmm... alguien con espíritu libre... aunque con los pies en la tierra.

Katyusha: ¡Alguien fuerte y digno de la gran Katyusha, claro!

Nonna: ...

Nonna guardó silencio por unos segundos, pero al notar que las miradas se posaban sobre ella, habló con suavidad.

Nonna: Alguien... atento. Que sepa escuchar.

Mis ojos se cruzaron con los suyos por un breve instante... y aunque su rostro permanecía impasible, algo en sus ojos parecía decir mucho más de lo que sus palabras dejaban ver.

Klara: Una figura noble... como una estatua antigua.

Mikko: ¿Qué hay de ti, comandante?

La pregunta me tomó por sorpresa. La sala quedó en silencio, con todas las miradas clavadas en mí.

Erik: Bueno... supongo que alguien con determinación... pero que también sepa cuándo relajarse.

Mika: Una respuesta diplomática... pero las palabras ocultan lo que el corazón realmente desea.

Darjeeling: Qué perspicaz, Mika...

Nonna me miraba de reojo, con una expresión difícil de descifrar. Katyusha parecía demasiado ocupada saboreando su chocolate como para prestar atención.

El juego continuó con preguntas más triviales, risas suaves y comentarios ocasionales. Poco a poco, las barreras se fueron desmoronando.

La velada se alargó hasta que la noche cayó sobre el buque-academia, y el reloj marcaba la hora de retirarse.

Erik: Bueno... creo que es suficiente por hoy. Hay habitaciones preparadas para todas, así que pueden quedarse a dormir si lo desean.

Darjeeling: Qué amable... sería una descortesía rechazar tal hospitalidad.

Mika: Hmm... una noche bajo otro techo... tal vez los sueños aquí sean diferentes.

Katyusha: ¡Hmph! Aceptaremos, pero solo porque Pravda merece lo mejor.

Nonna: Gracias... eso sería... agradable.

Sus ojos se encontraron con los míos una última vez antes de apartar la mirada.

La reunión había sido más productiva de lo que esperaba. No solo se habían estrechado los lazos entre academias, sino que también había conseguido acercarme un poco más a algunas de ellas... especialmente a Nonna.

Aunque quizás lo que más me inquietaba era esa extraña sensación... como si algunas miradas me observaran con una mezcla de curiosidad... y algo más.

Pero por ahora, lo mejor era descansar, ya que dentro de poco, será nuestro encuentro amistoso con nuestros tanques.



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